Los registros fotográficos que conforman esta exposición hacen parte de un proyecto colectivo, en el que el fotógrafo y los skaters recorren y descubren espacios para patinar. Las fotografías reflejan el contexto de las calles que son abordadas como escenarios improvisados donde los skaters activan su mirada desafiante y simbólica acompañada de su madero, siendo éste una extensión más de su cuerpo y a quienes le adhieren un sentido de su personalidad.
El Skateboard hace presencia en la ciudad de Pereira en 1998, la arquitectura y el diseño urbano como las aceras, bordillos, planos inclinados, escaleras, barandas y vacíos de la ciudad ofrecen experiencias espaciales distintas, recuerdos memorables, dificultades esfumadas e importantes puntos de encuentro. Por lo tanto para estos skaters de la calle, entender una ciudad significará tener en cuenta todo el diseño urbano, asociarlo con su historia y utilizarlo con un solo fin, la diversión. “Skateboarding... no hay puntos, no hay goles, aquí gana el que más se divierta.” De un skater para skaters.
El Skateboard hace presencia en la ciudad de Pereira en 1998, la arquitectura y el diseño urbano como las aceras, bordillos, planos inclinados, escaleras, barandas y vacíos de la ciudad ofrecen experiencias espaciales distintas, recuerdos memorables, dificultades esfumadas e importantes puntos de encuentro. Por lo tanto para estos skaters de la calle, entender una ciudad significará tener en cuenta todo el diseño urbano, asociarlo con su historia y utilizarlo con un solo fin, la diversión. “Skateboarding... no hay puntos, no hay goles, aquí gana el que más se divierta.” De un skater para skaters.